Salud y Nutrición

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Lo que esconde el famoso edulcorante de moda: la stevia

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Un estudio reciente coloca en el centro de las miradas a la stevia, tras someterla a examen

Tras realizar unas investigaciones, la comunidad científica ha descubierto que la mayoría de productos que se venden bajo la etiqueta de “Stevia”, posee un componente que aumenta el riesgo de sufrir un infarto o un ictus.

Pasada la fiebre del azúcar moreno por ser “más sano y más natural”, la estevia ha acaparado las miradas de los consumidores respecto al resto de edulcorantes en los últimos años. Y es que, este ingrediente, se ha convertido en el sustitutivo del azúcar para muchas personas, bajo la sospecha de ser más saludable que este último.

En los supermercados se encuentran numerosos productos que sirven para endulzar café, infusiones o repostería y que tienen gran demanda comercial por llevar escrito “stevia” en la pegatina. Pero hay algo que se está obviando sobre este exitoso edulcorante: existe una gran diferencia entre la planta original y la stevia que se comercializa en las superficies, ya sea producida por una empresa tradicional o sea de marca blanca. Esto se debe a que, realmente, lo que contienen la mayoría de sobres, botes o líquidos que compramos son glucósidos de esteviol (E-960) combinados con eritritol (E-968); y es este último componente el problema, puesto que es un endulzante que se ha relacionado con el aumento de riesgo de ictus e infarto.

En relación a esto, El Confidencial ha llevado a cabo una entrevista con Iñaki Elío, director del Grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Europea del Atlántico.

Pero para comprender cómo un producto tan natural como una planta acaba en la combinación de ingredientes que se encuentra en el supermercado, son claves los más de 20 años a vueltas con las autoridades europeas para incluir a la stevia como producto alimenticio. En el 2000, la UE consideró que la planta original, la Stevia rebaudiana bertoni, no debía ser comercializada en nuestros países como alimento o ingrediente. “La no comercialización se basó en estudios en los que observaron que la fertilidad disminuía en un 47% en ratas. Y que tenía efecto hipotensivo e hipoglucemiante que podrían interaccionar con la medicación del paciente y afectar al manejo de la enfermedad”, explica Iñaki.

Más tarde, en junio del 2017, sus hojas para infusiones se incluyeron en el catálogo de nuevos alimentos. Y para poder comercializarlo como edulcorante se estableció que debía ser “como E-960, o glucósido de esteviol, que es la molécula edulcorante aislada de la planta, para evitar los efectos secundarios anteriormente mencionados”, señala el profesional. Además, Elío destaca que no se recomienda una dosis diaria superior a los 4 mg por cada kilo que pese una persona “y para evitar su abuso, por eso se mezcla con otros edulcorantes como eritritol, en otros casos ciclamatos o sacarinas”. Asimismo, el eritritol también sirve «para dar textura y firmeza» y que el producto final «se parezca más al azúcar de mesa».

¿Qué es el E-960?

El E-960 son los compuestos químicos de la Stevia rebaudiana responsables del sabor y, según el experto, “son 30 a 320 veces más dulces”. Su método de extracción “es a través de la inmersión de las hojas en agua y mediante ultrasonidos y baja temperatura 60º-80ºC, solubilizar el glucósido de esteviol y posteriormente evaporar el agua. Algo parecido a lo que sucede con el azúcar de mesa y su extracción de la remolacha azucarera o la melaza de la caña de azúcar. Así que es simplemente una extracción y purificación de un vegetal como es la Stevia rebaudiana”, desgrana Elío.

El nutricionista explica también que en sí estos glúcidos son seguros para su consumo, tanto para personas con diabetes como “para los que no quieren incrementar el contenido calórico de su dieta”.

El lado oscuro del eritritol

Aunque la propia planta sea el reclamo principal de estos edulcorantes, la mayoría de estos productos ocultan en su frontal el E-968. Ya sea en polvo o líquido, si acudimos a la lista de ingredientes podremos encontrar este endulzante que se añade por los motivos ya explicados por el nutricionista.

El problema de este edulcorante surge a partir de una nueva investigación de la Cleveland Clinic concluida el pasado mes de febrero, la cual ha demostrado que el eritritol está asociado a un mayor riesgo de ataque al corazón (infarto) y accidente cerebrovascular (ictus). Para este estudio, los investigadores contaron con la participación de más de 4.000 ciudadanos de Estados Unidos y Europa. Finalmente, tras analizar las muestras, descubrieron que las personas que tenían mayores niveles de eritritol en sangre presentaban un riesgo elevado de sufrir un episodio cardiaco adverso grave, como infarto de miocardio, ictus o muerte. Los resultados se han publicado el pasado lunes en Nature Medicine.

Respecto a este análisis, Elío llama a la cautela: “Se deben realizar más estudios para evaluar su seguridad a largo plazo, ya que los estudios de casos controles establecen asociación y no causalidad”. Y hace hincapié en la necesidad de “establecer estudios con más sujetos y poder revalorar su seguridad”.

En relación al campo de la investigación acerca de los alimentos, la Universidad Europea del Atlántico imparte el grado en Nutrición Humana y Dietética (NHD) que busca promover los hábitos de vida saludable y el grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CTA), que forma a especialistas en el área a través de una enseñanza teórico-práctica gracias a los laboratorios técnicos de investigación de la Universidad.

Fuente: La ‘stevia’ del súper, a examen: todo lo que oculta el edulcorante de moda

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