El uso excesivo de dispositivos electrónicos y el desplazamiento constante en redes sociales son preocupaciones crecientes para padres y educadores. Este hábito, conocido como doomscrolling, puede afectar la salud mental de los adolescentes, generando ansiedad y agotamiento cognitivo. No obstante, investigaciones recientes han revelado que muchos jóvenes están implementando estrategias efectivas para regular su tiempo en pantalla y minimizar las consecuencias negativas del consumo digital.
¿Cómo afecta el doomscrolling a los adolescentes?
El doomscrolling se intensificó con la pandemia de COVID-19 y se ha convertido en una práctica común entre usuarios de todas las edades. Las plataformas digitales, diseñadas para captar y retener la atención, dificultan la desconexión, especialmente en adolescentes, quienes dependen de estos dispositivos para su vida social y académica. Aunque algunos reconocen los efectos negativos del uso excesivo, encontrar un equilibrio entre estar conectados y su bienestar sigue siendo un desafío.
Estrategias utilizadas por los adolescentes
Lejos de ser usuarios pasivos de la tecnología, muchos adolescentes han adoptado medidas para gestionar su tiempo en pantalla, entre ellas:
- Activar el modo «No molestar» o «Avión»: Esto les permite concentrarse en estudios o actividades sin distracciones.
- Desinstalar aplicaciones temporalmente: Algunos eliminan redes sociales durante periodos de alta carga académica o cuando sienten sobrecarga informativa.
- Evitar apps altamente adictivas: Para prevenir el uso excesivo, algunos optan por no instalar aplicaciones como TikTok.
- Regular el tiempo en redes sociales: Establecer límites personales contribuye a mejorar la concentración y el bienestar emocional.

La importancia de la educación digital
En lugar de imponer restricciones estrictas, que pueden generar frustración, es más efectivo educar a los adolescentes sobre la economía de la atención y el impacto de los algoritmos en su comportamiento digital. Aprender a desactivar notificaciones innecesarias, suscribirse a contenido positivo y desarrollar un pensamiento crítico sobre la información consumida son estrategias clave para un uso más equilibrado de la tecnología.
Las plataformas digitales diseñan mecanismos para captar la atención y prolongar el tiempo de uso, lo que puede afectar la concentración y el rendimiento académico. Comprender estos procesos ayuda a los jóvenes a utilizar la tecnología de manera más consciente. Incluir estos conocimientos en la educación les brinda herramientas para gestionar su tiempo digital de forma efectiva, promoviendo un balance entre el aprendizaje y el entretenimiento.
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