¿Alguna vez te has preguntado si los menús escolares se adaptan a las recomendaciones nutricionales para garantizar que los estudiantes se alimenten de manera saludable?
Según un análisis realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, los menús escolares no cumplen con las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Estos deberían contener una mayor cantidad de legumbres, huevos y fruta, mientras que exceden en pastas, arroz y platos precocinados.
Dado que la dieta juega un papel fundamental en la salud y el bienestar de los niños y niñas, es esencial que los menús escolares cumplan con los estándares nutricionales recomendados. Sin embargo, según la OCU, una encuesta realizada a padres reveló que los menús escolares analizados no llegan a contener los elementos clave para una alimentación equilibrada.
Uno de los hallazgos más preocupantes es la escasez de legumbres, huevos y frutas en los menús escolares. Las legumbres, reconocidas por su alto valor nutricional y beneficios para la salud, se sirven menos de una vez y media a la semana, mientras que el arroz, la pasta y las patatas llegan a servirse hasta tres veces. Estas cifras revelan una falta sustancial en la incorporación de alimentos ricos en fibra, proteínas y vitaminas esenciales para el crecimiento y desarrollo adecuado de los niños.
Otro aspecto destacado por la OCU es la falta de huevos en la frecuencia recomendada. Según los expertos, los huevos y otras fuentes de proteínas como la carne y el pescado deben aparecer entre una y dos veces en los menús semanales. Dado que las carnes magras y los pescados azules ricos en omega-3 son ideales para la salud; su inclusión se considera esencial. Sin embargo, no cumplen con las recomendaciones de los expertos.
Además, la OCU sugiere que se debe revisar la forma en la que se presentan y se cocinan las verduras en los menús escolares. Aunque la cantidad de verduras servidas casi alcanzan el mínimo recomendado, se destaca que la forma en la que se sirven (en purés o ensaladas como guarnición) no es la más adecuada, ya que solo el 11% de los menús incluyen verduras enteras. Se echa en falta la inclusión de preparaciones de verduras clásicas, como judías verdes, menestra o coliflor, que podrían promover una mayor aceptación de estos alimentos por parte de los niños.
La OCU también recomienda evitar alimentos precocinados como croquetas, san jacobos y patatas fritas. Aunque estos alimentos aparecen en cantidades reducidas en los menús escolares (0,55 raciones por semana), la OCU recomienda que se reduzcan aún más a una vez cada dos semanas. En su lugar, se recomienda apostar por platos caseros, guisos, preparaciones a la plancha o al horno, ya que estos ofrecen beneficios nutricionales superiores.
Es importante destacar que, si bien la encuesta recogió opiniones de padres con respecto a menús escolares de diferentes características (públicos, privados y concertados), no se observaron grandes diferencias en términos de calidad, según el tipo o precio del menú. No obstante, sí se encontraron diferencias en relación con el lugar donde se cocinan los alimentos. Los menús elaborados por empresas externas y preparados en línea caliente, se consideraron más desequilibrados en comparación con los menús de línea fría (envasados y refrigerados para su posterior calentamiento en el comedor).
Las condiciones en los menús escolares descritas anteriormente perjudican la calidad nutricional de las comidas ofrecidas a los niños. Esto podría afectar su crecimiento, desarrollo y bienestar a largo plazo. Es fundamental abordar estas carencias y promover menús escolares más equilibrados, que satisfagan las necesidades nutricionales de los más jóvenes y fomenten hábitos alimentarios saludables desde temprana edad.
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Fuente: Estudio de la OCU detecta que faltan legumbres, huevos y fruta en los menús escolares
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