La posibilidad de vivir hasta los cien años puede parecer una utopía para muchos, pero un estudio reciente en China ha revelado que la adopción de hábitos de vida saludables puede hacer esta meta alcanzable.
Publicado en JAMA Network Open, el estudio titulado «Healthy Lifestyle and the Likelihood of Becoming a Centenarian» proporciona evidencia sólida de que factores como no fumar, hacer ejercicio regularmente y mantener una dieta diversa son esenciales para prolongar la vida incluso en edades muy avanzadas.
En las últimas décadas, la esperanza de vida ha aumentado significativamente gracias a los avances sociales, económicos y médicos. En 2019, la esperanza de vida global se estimó en 73.5 años, mientras que en China continental fue de 77.6 años. Paralelamente, la población envejecida ha crecido rápidamente, planteando un desafío crucial de salud pública: promover el envejecimiento saludable y la longevidad. Este crecimiento demográfico subraya la importancia de entender y fomentar hábitos de vida que puedan mejorar la calidad de vida en la vejez.
El estilo de vida juega un papel fundamental en el envejecimiento saludable y la longevidad. Además de los factores sociodemográficos y genéticos, los hábitos de vida como el no fumar, el ejercicio, y la diversidad dietética se han vinculado con mejores resultados en el rendimiento cognitivo y la esperanza de vida. Sin embargo, la mayoría de los estudios se han centrado en grupos de mediana edad o mayores, limitando la comprensión de cómo estos hábitos afectan a las personas de edad avanzada, específicamente a los mayores de 80 años.
Hallazgos del estudio: La clave para llegar a los cien
El estudio en cuestión utilizó datos de la Encuesta Longitudinal China de Longevidad Saludable, una cohorte representativa a nivel nacional que incluye a personas mayores de 80 años, para investigar la relación entre factores de estilo de vida modificables y la probabilidad de convertirse en centenario. Los resultados fueron contundentes: aquellos con los puntajes más altos en estilo de vida saludable tenían una probabilidad significativamente mayor de alcanzar los cien años en comparación con aquellos con hábitos menos saludables.
El puntaje de estilo de vida saludable se basó en cinco factores: tabaquismo, consumo de alcohol, ejercicio, diversidad dietética e índice de masa corporal (IMC). Entre estos, no fumar, hacer ejercicio regularmente y mantener una dieta diversa fueron los más asociados con la probabilidad de llegar a los cien años. Curiosamente, el consumo de alcohol y el IMC no mostraron una asociación significativa, sugiriendo que estos factores pueden tener menos impacto en la longevidad que otros hábitos de vida.
Implicaciones para la salud pública
Estos hallazgos subrayan la importancia de adoptar un estilo de vida saludable, incluso en edades avanzadas, para mantener un estado de salud óptimo tanto físico como mental. Comprender el impacto de las elecciones de estilo de vida en el envejecimiento saludable puede guiar el desarrollo de intervenciones y estrategias efectivas para mejorar el bienestar de los adultos mayores. Integrar este conocimiento en la práctica gerontológica puede empoderar a las personas para tomar decisiones informadas y fomentar el envejecimiento saludable entre la población de edad avanzada.
El ejercicio regular y una dieta diversa no solo son esenciales para la salud general, sino que también juegan un papel crucial en la prolongación de la vida. Los beneficios del ejercicio son múltiples, desde la mejora del estado cardiovascular hasta el fortalecimiento muscular y la mejora del estado de ánimo. Por otro lado, una dieta diversa asegura que el cuerpo reciba una amplia gama de nutrientes necesarios para su funcionamiento óptimo. Estos hábitos, combinados con la abstención del tabaco, crean un entorno propicio para una vida más larga y saludable.
Conclusiones del estudio
La investigación revela que incluso en edades muy avanzadas, mantener un estilo de vida saludable puede aumentar significativamente las probabilidades de alcanzar una edad centenaria. Estos hallazgos sugieren que nunca es demasiado tarde para adoptar hábitos saludables y que estos pueden tener un impacto considerable en la calidad y duración de vida.
La posibilidad de vivir hasta los cien años ya no es una mera fantasía. Con una combinación de hábitos saludables, es posible no solo aumentar la esperanza de vida, sino también mejorar significativamente la calidad de los años vividos. Este estudio en China nos proporciona una guía valiosa sobre cómo podemos orientar nuestras vidas hacia la longevidad saludable. Adoptemos estos principios y fomentemos un futuro donde vivir cien años sea una expectativa alcanzable para todos.
La importancia de la nutrición en la longevidad
La creciente evidencia científica que relaciona la alimentación con la salud resalta la importancia de contar con profesionales formados en el grado en Nutrición Humana y Dietética. La Universidad Europea del Atlántico ofrece un plan de estudios en esta disciplina, diseñado para proporcionar una formación de calidad y aplicada a todos los ámbitos profesionales en los que puede desenvolverse un dietista-nutricionista. Esta carrera no solo aborda aspectos teóricos, sino que también permite una gran especialización gracias a una amplia oferta de asignaturas optativas.
Fuente:
Healthy Lifestyle and the Likelihood of Becoming a Centenarian
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