Dos pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son sometidos a una estrategia experimental para controlar atracones.
Una de las características de los atracones es el consumo impulsivo de alimentos junto con una sensación de perdida del control, evitando así el poder parar de comer. Quienes padecen esta grave irregularidad respecto la ingesta de alimentos terminan adquiriendo serios problemas, desarrollando obesidad, pérdida de calidad de vida e incluso se podrán enfrentar a un riesgo mayor de mortalidad prematura.
El trastorno por atracón suele ser el más frecuente entre la población más adulta, por encima de otras alteraciones a la hora de comer como pueden ser la anorexia y la bulimia. Además, es más común en población femenina, en adolescentes y en adultos jóvenes. Uno de los problemas de este trastorno es que las terapias que habitualmente se emplean para algunos, como la obesidad, no dan resultado. Esto se debe a que no actúan sobre el centro del problema.
Por consiguiente, los pacientes comparten características con “los comedores emocionales”, pero en estos casos se despegan y pierden el control total sobre su alimentación.
Según un comentario publicado en la revista Nature Medicine, en estos casos podría ser útil una terapia experimental basada en la estimulación profunda del cerebro. Además, los datos que se recogieron, probaron la utilidad del proyecto en dos pacientes con atracones y obesidad grave, indicando así que es una terapia segura, la cual puede ser de provecho.
Conocer la fisiología del trastorno
Aunque hay un elemento psicológico detrás de la enfermedad, los científicos están estudiando cómo se lleva a cabo todo el proceso en el complejo órgano del cerebro. De este modo, un reciente artículo en la revista Nature Metabolism, publicó un trabajo sobre las áreas del cerebro que procesan estas decisiones y examinó diferentes vías del tronco encefálico para observar cómo se regula el comportamiento alimentario.
Hasta ahora, los investigadores interesados en cómo y por qué las personas aumentan de peso y las enfermedades que puedan causar el exceso de comida y la obesidad se han centrado en una parte del cerebro llamada hipotálamo.
¿En qué consiste el nuevo método de control?
Para llevar a cabo su investigación, los científicos, dirigidos por Casey Halpen, de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), analizaron la actividad electrofisiológica en el núcleo accumbens, una región del cerebro que desempeña un papel clave en el procesamiento de recompensa y la gestión sensorial.
Dos de los pacientes eran mujeres de 45 años y 56 respectivamente, con un IMC superior a 46 (a partir de 30 se considera obesidad). Después del estudio, los investigadores pudieron identificar un biomarcador, un patrón de actividad de baja frecuencia, que se asoció con el deseo de comer antes de comer en exceso en ambos casos. Una vez identificado el biomarcador, se utilizó para realizar un seguimiento a través de un dispositivo implantado, una electroestimulación cerebral capaz de cambiar el patrón y, por tanto, intervenir en el deseo irrefrenable de comer. En las dos pacientes estudiadas, la técnica logró reducir los episodios de atracones, como conseguir pérdidas de peso significativas (6 y 8 kilos respectivamente) en los seis meses siguientes al inicio de la técnica experimental.
Según subrayan los investigadores, una de las pacientes dejó de cumplir los criterios para considerarse afectada por trastorno de atracón, ya que estos episodios ya no superaban los cuatro al mes durante al menos tres meses.
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Dieting_Lab
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Link: Proyecto europeo Dieting_Lab
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