Las empresas deben optar por hacer cambios para lograr una recuperación económica.
Alejandro Escribá, director de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de Valencia e investigador asociado del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.Propone una serie de pasos para lograr la recuperación económica, tomando como ejemplo un tipo concreto de empresa.
“En el contexto de las sociedades mercantiles, sabemos que las empresas familiares constituyen más del 88%. Y que son responsables de la creación de 2 de cada 3 puestos de trabajo en este ámbito», señala Escribá.
En la actualidad muchas de estas empresas saldrán perjudicadas de la disminución de actividad provocada por la pandemia de coronavirus.
Los cuatro ejes de la recuperación
Este experto propone cuatro ejes en la web Viaempresa sobre los que se sustentarían las claves de la recuperación.
El primero de ellos sería anticipar y gestionar los riesgos. Escribá recuerda que el escenario actual no ha sido calculado por muchas empresas.: “hubo actores e instituciones de diversa naturaleza y origen que habían advertido de los riesgos de una pandemia. Pero la mayoría de nosotros ignoramos estos avisos, y muy pocos actuaron preparándose en consecuencia”.
El experto advierte de que, cualquier paralización de la actividad económica cuenta con una serie de aspectos comunes. Pudiendo provocar las propuesta de planes de contingencia.
Un segundo eje de la recuperación consiste en ser conscientes de las características, fortalezas y limitaciones de uno mismo. Escribá lo ejemplifica mediante el elevado número de empresas que han prestado sus servicios a la sociedad estos últimos meses.
“En otros casos, la “reinvención” ha servido simplemente para sobrevivir cuando la actividad principal había quedado suspendida sin remedio para los próximos meses”, remarca.
En un tercer paso, relacionado con el apartado anterior, Escribá señala que es importante actuar de modo proactivo y corregir las limitaciones detectadas.
Finalmente, el cuarto eje especifica la importancia de establecer de forma clara una escala propia de valores y prioridad. Ante la dificultad de construir y mantener la reputación de una empresa.
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