La nueva forma de vida que tendremos que adaptar para vivir de manera más segura con el nuevo coronavirus nos brinda algunas reflexiones y oportunidades para profundos cambios sociales.
Debemos aprovechar el momento para aprovechar la oportunidad de cambio. Al adaptarnos a esta nueva realidad, podemos contemplar actitudes hacia una educación más proactiva y enriquecedora para que los estudiantes puedan desarrollarse tanto personal como profesionalmente.
Una nueva educación
La psicóloga Piedad Castellanos, en el artículo publicado en el blog de Cambridge, propone algunas perspectivas que deben repensarse para esta transformación:
- Resiliencia y adaptación a los cambios: la escuela puede ser un lugar que ayude en el desarrollo de la resiliencia, es decir, «nuestra capacidad para enfrentar esta situación de crisis y salir de ella se fortalece», dice Castellanos.
- Aprendizaje continuo: también es el momento adecuado para trabajar en la motivación. En situaciones como esta, aprendemos a superar las deficiencias y deficiencias que enfrentamos. Aceptar que tenemos mucho que aprender y que podemos ser mejores profesionales al aceptar la flexibilidad y liberarnos de verdades absolutas.
- Optimismo y positivismo: también podemos aprender a desarrollar pensamientos y actitudes más positivas y optimistas que nos llevan a tener más creatividad y opciones futuras.
- Pasión vocacional: es el momento adecuado para volver a conectar con la pasión que los docentes deberían tener por el trabajo de enseñanza. “Infectemos a nuestros estudiantes con un buen virus llamado aprendizaje y hagamos que participen en nuestra capacidad de reinventarnos para ayudarlos a crecer.
La Universidad Europea del Atlántico (UNEATLÁNTICO) imparte el Grado en Educación Primaria (Bilingüe) destinado a aquellos alumnos interesados en la docencia teniendo en cuenta las necesidades actuales, como el idioma inglés.
Fuente: LA NUEVA NORMALIDAD, UNA OPORTUNIDAD PARA LA NUEVA EDUCACIÓN
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